Martín y Sofía, que un día decidieron jugar en su patio. Cada uno cargó su juguete favorito y salieron al sol brillante. No sabían qué hacer al principio, hasta que Sofía tuvo una idea.
Martín trajo a su camión de juguete y Sofía su muñeca favorita. El patio se convirtió en un reino mágico, el camión transportaba tesoros al castillo, y la muñeca era la valiente reina.
Jugaron todo el día en su reino imaginario, riendo y disfrutando del sol. Cuando llegó la hora de entrar, hicieron una promesa: volverían a jugar afuera todos los días.
Y así lo hicieron, cada día creaban nuevas aventuras en su patio, transformando un lugar común en su mágico reino.


